"El Ayer me ha provisto de Luz, he aquí el Hoy. Yo he creado los Mañanas, soy el dios Seps que sale de su Árbol". Libro egipcio de los muertos, conjuro CLXXIX
Ya había escrito en una ocasión anterior sobre la "Noche Oscura del Alma" y los momentos de desconexión y dolor que se sienten en diferentes momentos de la vida sobretodo cuando se recorre una senda espiritual, pero aquí pretendo expandir este concepto a partir de mi experiencia personal, así que lo que aquí escribo no es más que mi percepción al atravesar por estos períodos incómodos pero necesarios. Quiero aclarar que estoy hablando aquí de momentos cruciales a los que simbólicamente nos referimos como un cambio de piel, momentos de transformación profunda.
Nuestra conciencia siempre está en un proceso de expansión así a veces parezca todo lo contrario y este proceso nunca sucede en línea recta. Por lo general luego de un movimiento ascendente viene uno descendente y esto es algo que con el paso de los años se ha vuelto más identificable. Suena irónico, pero cuando más "conectado" me siento, se que se aproxima un período de caída. Esto sucede pues al haber asimilado el proceso previo, nuestra alma decide llevarnos a una nueva fase de aprendizaje y experiencia y para ello todo se mueve llevándose por delante muchas de las estructuras que ya no necesitamos, ya sean relaciones, formas de trabajo y/o creencias que en su momento fueron importantes pero que con el paso del tiempo ya no corresponden al nivel de vibración hacia donde nos vamos moviendo. Estas fuerzas están representadas en el Tarot por la secuencia de cartas de El Colgado (invertir la forma de ver las cosas), la Muerte (se inician los procesos de disolución de viejas formas y patrones inservibles), La Temperancia (por medio de la prueba y el error nos vamos templando), El Diablo (aprendemos a ver la verdad oculta detrás de lo aparente) y la Torre (la destrucción final de todo aquello que no sirve para reconstruir desde lo esencial). Los Cabalistas consideran que justo antes de pasar a otro estado de conciencia se nos pone a prueba para demostrar que estamos listos. Cuando digo "demostrar" podría uno pensar que estamos rindiendo cuentas a alguien, pero verdaderamente se trata de nuestra Alma templando nuestra personalidad.
Muchas veces este estado nos hace sentir devolviéndonos en el proceso, nos sentimos como planetas en retrogradación, desatando una oleada de dolor y pérdida proporcional al apego que tenemos por lo que estamos dejando atrás, manifestando una resistencia al cambio. Todo cambia, todo se transforma por lo cual pretender estar estáticos en el mismo lugar no tiene sentido. Una de las claves para prepararnos para este cambio, es auto-observarnos para aprender a leer nuestros ciclos y anticipar con claridad este tipo de situaciones permitiendo que fluyan. Y no solo nuestros ciclos, sino los ciclos de la naturaleza en general, pues allí están escritos con toda claridad todos los patrones de cambio y transformación del Universo, los períodos de siembra y cosecha, de inundación y sequía, de invierno y primavera, de día y noche, etc.
Se nos ha enseñado a ser "fuertes", a no permitirnos sentir nostalgia o tristeza y esto lo único que ha hecho es generar innumerables bloqueos y neurosis a nivel personal y colectivo, haciéndonos evadir lo que estamos sintiendo, lo que estamos aprendiendo. La cuestión es entender que la finalidad de estas "muertes" es la transformación constante como un proceso evolutivo. Aquí es donde se pone a prueba lo aprendido, aquí es donde la emoción y la razón se entrelazan y donde sentir para entender, se convierte en lo esencial, imprimiendo lo aprendido en nuestros genes y nuestra alma. De todas formas cuando la oscuridad llega, nos cuesta ver con claridad y caminamos una delgada línea entre el abismo y la Luz.
Los ciclos de vida y muerte suceden todo el tiempo a todo nivel, hay veces que experimentamos esas muertes en niveles sutiles, y hay otras que sacuden toda la estructura de lo que creemos que somos y cuando aparecen ¿por qué insistir en mantenernos en el mismo lugar si la naturaleza de la conciencia es expandirse? Más allá de cualquier cosa, la conciencia del Creador se está expandiendo todo el tiempo y cuando despierta en cada uno de nosotros este proceso de expansión, siempre nos estará empujando para romper los límites de nuestra antigua piel, nosotros decidimos como transitar, como navegar en la marea cósmica, ya sea aprendiendo a fluir o resistiéndonos al movimiento eterno del Universo.
Hoy en la mitad de uno de estos procesos, entiendo el significado de la fe. No una fe ciega, sino la fe que nace del saber que al otro lado me espera un ser nuevo y cambiante, porque ya me he roto en otras ocasiones. Al final el Alma sabe lo que necesita y dejarse romper desde el corazón hará que nos encontremos de nuevo en otra etapa de aprendizaje para de esta manera ver de nuevo la Luz de la Estrella representada por el arcano del mismo nombre. Mi propia Alma mostrándome un nuevo comienzo.
En L.V.X, Vida y Amor
F.V.T
Hola Juan sabía que eras gran músico ,pero no gran buscador de si mismo y buen escritor. Ojalá un día nos tomemos un café para compartir esas reflexiones. Un abrazo.
Gracias por esto! Te abrazo largo y fuerte 💜 que en tu alma amanezca pronto de nuevo 🌄