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Magia: Expectativa vs. Realidad. (Breve historia de mi experiencia).

"Todo es posible para quien solo quiere lo que es verdadero. Descansa en la Naturaleza, estudia, conoce, luego atrévete; atrévete a querer y a actuar y luego calla". Eliphas Levi

Al comenzar cualquier sendero espiritual, la mayoría de quienes tocan las puertas de los Misterios, llegan a esa puerta por curiosidad. Son muy pocos, casi ninguno me atrevería a decir, los que llegan sabiendo exactamente lo que quieren o buscan. Casi siempre nos aproximamos a esos mundos buscando algo más allá de nuestra realidad cotidiana, algo que sea una prueba viviente de la existencia de algo superior o por lo menos diferente a la "realidad" en la que estamos inmersos. Con el tiempo logré entender que esta curiosidad es un llamado del alma para que desde nuestra esencia terrenal y personal, recordemos nuestra chispa divina y podamos acceder a su poder conscientemente. De cualquier forma, también entendí, que solo el tiempo y la experiencia personal pueden dar fe de los procesos relativos de estos senderos en cada quien. Es por eso que en este texto, solo hablaré desde mi experiencia propia, pues es lo único de lo que puedo hablar con validez, mi propio camino recorrido.


Si miro hacia el pasado, podría decir que siempre he sido un buscador, y que ese gran misterio siempre ha sido el motor de muchas de las decisiones que he tomado en mi vida en general. Mis primeras inquietudes espirituales auténticas empezaron cuando estaba en el colegio, tal vez a los 10 años de edad y claramente estaban ligadas a un contexto católico, pues fui criado y educado en el seno de esa religión desde mi famila y desde la institución en la cual estudiaba. Desde lo profundo, busqué esa relación profunda con la divinidad, pero la verdad con el paso de los años, mi afiliación con el catolicismo se fue desvaneciendo, pues se me hacía innecesaria la estructura que en vez de acercarme a Dios me hacía sentirlo más distante, escondido detrás de una estructura y una jerarquía que se me hacía más bien bizarra. Aquí quiero hacer una aclaración y es que de nuevo con el tiempo, me he reencontrado con ciertos de los misterios de la Iglesia, que desafortunadamente se han desvanecido hasta el punto que muy pocos de sus practicantes saben realmente la verdad que se oculta detrás de sus rituales.


Luego estudié algún tiempo con un "maestro" que con el tiempo resultó ser un abusador, hecho que fue algo importantísimo, pues desde muy joven aprendí a dudar de todo y a poder identificar lobos disfrazados de ovejas que tanto abundan en este sendero, así que por un rato me desconecté. Una vez desconectado, tuve un periodo de búsqueda que coincidió con el periodo de mi adolescencia. Empecé a buscar a la divinidad en territorios que antes no había intentado.

La música fue en ese entonces la gran puerta que se abrió en esa búsqueda profunda del Ser. Sin lugar a dudas, por primera vez sentí que se podía ser un canal para fuerzas y emociones inexplicables desde lo racional. El poder de los "dioses" de la música me invadía y así, como buen ser dionisíaco que suelo ser, me dejé llevar por esa fuerza, por esa marea y decidí entregarme a ello literalmente con todo mi cuerpo y alma. Esta búsqueda me llevo también a conocer los psicoactivos y por un buen tiempo estos fueron para mí un canal para acceder a fuerzas profundas que me transportaban, me liberaban (por lo menos al comienzo, pues después el efecto se invirtió), y me llevaban a ese lugar que nunca se había abierto para mí. Obviamente esas fuerzas, sumadas al proceso de la adolescencia y el deseo profundo de identificarme con el poder de mi ego, eran una bomba de tiempo y con el tiempo, la bomba estalló.


Entré en lo que tal vez fue mi primera noche oscura del alma y todo aquello que me liberó en un principio, empezó a encadenarme; ya no disfrutaba tocar, no disfrutaba salir, no disfrutaba la fuerza dionisíaca desbordada y perdí por unos buenos años mi rumbo tratando de llenar algo que no podía ser llenado de esa manera. Con el tiempo y el dolor, entendí que era necesario de nuevo replantear mi búsqueda y mi viaje en este plano. Me quedó la música y la experiencia de ver mi sombra cara a cara, conocer de primera mano el poder de nuestra fuerza primigenia, primitiva, instintiva. Este viaje al inframundo es uno de los aspectos más valiosos en mi vida y que ahora en mi sendero espiritual es una de mis fuentes más valiosas de poder.


El viaje puede sentirse solitario. Nicolai Roerich

Ahora sí, entremos en materia, ¿Cómo llegué a la magia y al ocultismo? (uso el término magia a pesar de coincidir con muchos autores en que esa palabra está muy desdibujada en estos tiempos y debería existir otra), y ¿Cómo ha sido mi experiencia a través de los casi catorce años que llevo en este camino?


Corría tal vez el año 2010 y mi en ese entonces esposa y hoy grandísima amiga, decidió que debía regalarme una baraja de Tarot (una baraja Raider/Waite que aún conservo) . Recuerdo la sensación que se produjo en mí, cuando la tomé en mis manos y la abrí. Sentí que mi vida iba a cambiar a partir de ese momento, pero no podía explicar el cómo ni el por qué. Era un año muy particular, acababa de salirme de mi banda y estaba componiendo un disco como solista muy introspectivo y estaba en un proceso de asimilar que tal vez esa imagen del rockstar que perseguí con tanta fuerza ya no encajaba con la forma nueva a la que estaba mutando. Fue un momento en el que muchos patrones de lo que creía que era, se estaban viniendo abajo y esta "coincidencia" del Tarot, tenía que ser algo más. Pronto empecé a averiguar sobre el Tarot a fondo y pronto llegué a ver que detrás de lo que todos imaginamos de las cartas, había un linaje, una tradición esotérica mágica. Sí. ¡Una tradición esotérica seria!


En poco tiempo estaba buscando autores relacionados, libros y escuelas. Era algo imparable y la simple curiosidad empezó a transformarse en una necesidad, era como si una voz interna me dijera todo el tiempo "Sigue Buscando" y a veces me da risa porque en mis años colegiales estudié en un colegio de sacerdotes Agustinos donde me enseñaron que san Agustín de Hipona se "encaminó" cuando escuchó una voz que le decía "Toma y Lee", refiriéndose a la Biblia. ¿Hereje mi comparación? jajaja, de pronto, pero ya no temo a las llamas del infierno. _

Así que les contacté, recibí el pensum de estudios de la escuela a la cual pertenezco, y decidí comenzar. Fue tan fuerte esa conexión que heme aquí desde esa fecha.


Cómo mencioné al principio, todos llegamos a las puertas de los Misterios por curiosidad y esta no fue la excepción. ¿A quién no le interesaría aprender tarot, astrología, magia ritual cabalista, magia egipcia etc?. El arquetipo del Mago es una imagen muy poderosa, pero lo que pocos saben es que detrás de esa imagen solo existe una cosa: TRABAJO DURO, y eso fue con lo que me encontré. Todas las cosas mencionadas anteriormente son solo herramientas para el conocimiento profundo de lo que verdaderamente somos. Los primeros años de entrenamiento son uno tras otro, un trabajo intenso de desaprender y romper las estructuras de lo que creíamos ser hasta la fecha. Esto muchas veces es percibido como una disolución de la personalidad y viene acompañado de momentos de dolor y soledad. Años de concentración, de disciplina, de meditación, de rupturas y desapego, pero también años de crecimiento y empoderamiento sin igual.


Mientras eso sucede, estos procesos son complementados al aprender a entrar en contacto con las estructuras espirituales que guían y sostienen el proceso evolutivo del universo, se empieza a entender que somos solo canales para estos poderes y que somos piezas, engranajes en una maquinaria gigantesca llamada Universo. Aprendemos a conectar con nuestra tierra, con nuestros ancestros, con nuestro legado. Aprendemos a ser intermediarios entre el mundo visible e invisible y aprendemos a caminar entre los mundos, pero sobre todo aprendemos a ser humanos. Muchas personas dirán que es un viaje de fantasía, que es una ilusión, que es algo que no existe. Como lo dije antes, decidí por mi mismo indagar en esos territorios con firmeza y ahora puedo hablar con lo más valioso que puede tener cada ser humano. El peso de su propia experiencia.


El espejo


Las expectativas se transforman. Al principio queremos dominar los elementos, hablar con los espíritus, descifrar libros antiguos, indagar en el astral por medio de un espejo de obsidiana, tener sueños lúcidos y muchas otras cosas, pero con el tiempo uno ve que esas cosas no son la finalidad de estudiar y practicar magia, si no que son más bien técnicas para entender nuestro lugar en el mundo, para transformarnos y pulirnos; al estudiar y practicar magia, nos estamos estudiando, analizando y conociendo para fluir sin pelear con las fuerzas que modelan la existencia, para ser co-creadores y observadores de la grandeza del Creador.


Un mago no tiene poderes, un mago es canal para esos poderes y usa su voluntad para dirigirlos; así que mucha gente suele desilusionarse del proceso. El mago no busca desconectarse de la tierra, el mago busca lo espiritual en la materia, el mago no busca ser mejor o peor que nadie, el mago busca Ser. La Magia es transformación, es construcción y destrucción, es vida y muerte y está ahí para todo aquel que desee enfrentarse con todos sus miedos y todas sus virtudes, está ahí para el que salta al abismo confiado en ser recibido por su verdadera esencia. El que busca poder será consumido por su propio deseo. Esa magia tan satanizada, evitada y temida, ha sido el más dulce (nada fácil) camino a encontrar mi luz propia y a pesar de haber transformado una o varias capas de mi piel profunda, es un proceso constante y eterno.


Anubis, uno de mis guías en los mundos internos.

Al comienzo del texto mencionaba que la curiosidad era el motor inicial para aproximarse a los senderos espirituales y que gran parte de esta curiosidad tenía que ver con aquello que no vemos, con el lado invisible de la vida. Esa duda en mi caso ha quedado descartada y por el contrario, ahora soy consciente plenamente de que la realidad física es solo la mínima parte, la punta del iceberg de la totalidad de la existencia. Debo aclarar también que ese conocimiento del "mundo invisible" puede llegar a ser un distractor importante en el proceso, pues tendemos a querer repetir esas experiencias constantemente olvidando que son solo efectos secundarios o colaterales del proceso de desarrollo espiritual. Todos esos "fenómenos" han hecho parte de la existencia desde siempre, y ya sea por preceptos morales, religiosos o de otra índole, se nos ha enseñado a tenerles miedo. Nosotros mismos, habitamos el mundo invisible y estamos en constante contacto con él.


Así que poniendo las cosas sobre la balanza, por más que entremos en este viaje por curiosidad, el mismo camino se encarga de descartar a aquellos que solo quierenechar una breve ojeada. Esto no está mal. Hay muchos senderos y este es solo uno, pero del dicho al hecho hay bastante camino y este camino no es fácil. De hecho muchas veces es solitario (en apariencia), pues solemos trabajar en silencio. No solemos compartir lo que hacemos o cómo lo hacemos (para los curiosos solo basta con decir, yo medito y leo las cartas para que dejen de preguntar jejej). Muchas cosas dejan de ser lo que eran y se destruyen muchas cosas que en algún momento fueron importantes. Para el que busca diversión, este no es el camino.



Desde mi experiencia, haber escuchado esa voz y haberme alineado con su deseo ha sido la razón de mi existir desde hace unos buenos años. Siempre estamos en transformación, siempre estamos muriendo y renaciendo, siempre estamos danzando entre la luz y la oscuridad. Esa oscuridad que tantas veces he transitado, es la raíz de la Luz que también me acompaña, la Luz que nos acompaña a todos. Todos esos viajes de luz y oscuridad que viví en mis experiencias anteriores, ahora las reconozco en su lugar, con estructura. Esos lugares que visité en mis años de locura dionisiaca, ahora los camino conscientemente. Y también sigo siendo consciente de mi condición humana, tal vez más que nunca.


Agradezco a esa voz y agradezco el momento en el que decidí seguirla. Hoy entiendo plenamente por qué recibí esa baraja de Tarot y hacia dónde me iba a mover. Solo soy un viajero en este cuerpo y seguiré viajando hasta dónde mi curiosidad y mi trabajo me lleve, a la larga, no hacemos nuestra voluntad. Hacemos la Voluntad del Creador.


En L.V.X, Vida y Amor

F.V.T




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